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Cartas al director

¿Queremos más fracasos?

A Pedro Sánchez le rodea una propaganda de genio táctico que se completa con seis elecciones perdidas en tres años. En esta legislatura comenzó con un descomunal bandazo, el pacto con Podemos tantas veces negado, siguió con un engaño de Estado, la gestión de la pandemia fue una continua anomalía de corrupción política e institucional «con muchos miles de muertos». Sobre todo en las residencias de ancianos sobre las que mandaba el vicepresidente del Gobierno con coleta.

Pedro I indulta golpistas, anula las leyes de castigo a malversadores y corruptos, asalta la Justicia, leyes fallidas de violadores y pederastas, blanquea los indultos a terroristas y criminales, convirtiéndolos en socios parlamentarios. Llenaría varios folios de los fracasos de este Gobierno mentiroso. ¿Qué ha pasado y por qué ha pasado?

Por la incapacidad de un gobernante sobrepasado del engaño y la mentira, santo y seña de todo el mandato, no entiende ni acepta las causas de su fracaso. Vive a base de propaganda falsa. Mientras algunos se palpan la trayectoria de la cornada y comprueban la movilidad de las extremidades, gran parte de los de izquierdas de verdad, siguen sin encontrar una respuesta a lo sucedido. Los humanos, cuando se enfrentan a lo inexplicable, primero se mueren de miedo y luego recurren a la razón. Las conspiraciones ocultas han sido la única fabula con la que un progresista es capaz de dar razón de lo ocurrido.

La anomalía de su fracaso ha ido hasta el final con el anuncio de disolución de las Cortes antes que en un Consejo de Ministros. Y elecciones a cuarenta grados. De nuevo se salta el mecanismo legal y el atmosférico. Otra muestra más de su fracaso. Así es el personaje y así será hasta que concluya su trayectoria de embustero compulsivo. Tocata y fuga como respuesta a la incertidumbre que le espera en el banquillo. Si hay justicia, tendrá que dar cuenta del daño que ha hecho con sus fracasos…