Carta al presidente Pedro Sánchez

Muy autoestimado y nada querido presidente del Gobierno.

Me han llamado la atención sus últimas declaraciones. Todas ellas dan mucho que pensar y sería largo hacer hincapié en cada una de ellas. Pero hay dos afirmaciones que son, en mi modesta opinión, sangrantes.

La primera es la de «no he mentido, he cambiado de posición política», lo que equivale a una modificación de los compromisos adquiridos con los españoles en general y con los que le votaron en particular. La historia está llena de «cambios de opinión política». Podríamos empezar con la de Bruto apuñalando a César y mencionar la de los hijos de Witiza cambiando de bando en la batalla de Guadalete entre muchas otras que se han terminado calificando como traición. También hay numerosos personajes que destacan en la historia por sus constantes cambios de posición política entre los que cabe destacar a Fernando VII, ora conspirador, ora colaborador, unas veces absolutista y otras constitucional. Ahora, señor presidente, ya sabe con quién puede ser comparado.

La segunda afirmación es la disyuntiva que presenta entre avance y retroceso. Los datos dicen, en números redondos, que en España hubo en 2022 menos de 400.000 nacimientos y algo menos de 100.000 abortos. O sea que uno de cada cinco embarazos fue interrumpido voluntariamente. ¿Lo considera un avance? O es un retroceso, por lo menos en el uso de anticonceptivos. Todo ello nos lleva a plantear hacia dónde avanzamos. La respuesta posiblemente sea hacia una sociedad irresponsable, que no libre, y sostenida, que no sostenible. Por todo ello hay que concluir que si avanzamos hacia el abismo, es mejor retroceder o, por lo menos, pararse.