Cartas al director
¿Votarías al personaje más falso del mundo de la política?
Son muchas las razones por las que los españoles temblamos ante la idea de que Fray Mentiras pudiera repetir en la Moncloa un periodo legislativo más. Y es precisamente eso de que su palabra, sus ideas, sus hechos, son absolutamente impredecibles. Es una persona de la que se puede esperar todo, siempre pensando en lo malo. Y si, hasta ahora, ha logrado manipular la mente de gran parte de la población, con su colonización ideológica, imponiéndoles su ideario y su credo, mañana tendríamos en España el paradigma del absolutismo.
Pinochez, como le llaman en algunos ambientes, es la persona menos fiable de las que te puedes encontrar por la calle, claro él no puede salir a la calle ya que solo escucharía pitidos, protestas, abucheos y frases poco agradables; es triste, pero gran parte del pueblo le desprecia, lógicamente, por sus propios méritos. Este señor ha logrado el enfrentamiento entre los españoles que, no obstante, no están dispuestos a su totalitarismo. Utiliza triquiñuelas para todo y así ideó las elecciones cuando el pueblo está de vacaciones o de puente, con el fin de que solamente voten los suyos. Los votos por correos son sospechosos en alto grado, ya que el presidente de esa entidad es íntimo amigo de Pinochez, colocado por él en 2018, y es un medio muy utilizado para la votación en estas elecciones. Y si los resultados no le fueran favorables, ten por seguro que algo concebirá para no tener que llevarse el colchón a su casa.
Feijóo es una persona seria, sencilla, solvente, fiable; Sánchez todo lo contrario, va de chulo, de supermán, de guapo, desleal y eso al español no le gusta. No habría peor tragedia para España que el que este perverso dictadorzuelo continuase manipulando todas las instituciones y colonizando las ideas de las futuras generaciones. Sin embargo, no entiendo cómo no se le cae la cara de vergüenza a Feijóo por parecerse tanto a la ultraizquierda que nos gobierna en el desprecio a la vida, dando su venia a la matanza de inocentes que aún no han nacido, así como matar también a mayores en la eutanasia, restableciendo con ello la pena de muerte que fue abolida en 1978. Solamente nos queda un partido político en España que respeta la vida en todas sus etapas.