El caos del voto por correo

Solicité el voto por correo el 31 de mayo en una sucursal de Correos de Pozuelo de Alarcón. Por fin, me ha llegado hoy, 13 de julio, y he de reconocer mi sorpresa cuando al acudir a la misma sucursal para emitir el voto, lo hice rápido y sin colas. Muy bien.

Mi sorpresa se debe a que unos días antes había estado en la que entiendo es la sucursal principal de Correos (calle Sagunto) para recoger un pedido y la aglomeración de ciudadanos frustrados era muy notable, la mayoría para realizar gestiones relacionadas con el voto por correo. Afortunadamente, apareció una señora, que yo no había visto antes, que aparentemente había asumido el mando. Con decisión, aligeró el procedimiento.

De todas maneras, con lo visto en la calle Sagunto y vistas las declaraciones de los responsables en Correos de CC.OO. (a mitad del plazo solo han votado el 16 por ciento), tengo serias dudas de que todos los que hemos optado por el voto por correo lo lleguemos a emitir.

El voto secreto y personal es la esencia de la democracia. Indudablemente la fecha elegida para esta convocatoria electoral es de lo más inoportuna. Y me pregunto: ¿consecuencia de la imprevisión de Sánchez? O es justo lo contrario, visto el rechazo general a su persona con sonoros abucheos en público, ¿dificultar deliberadamente que el rechazo se refleje en el voto?

Vista la «ética» sanchista, me inclino por la segunda.