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Cartas al director

En manos de Puigdemont

No admite duda: Alberto Núñez Feijóo ganó las elecciones generales, sumó casi un 50por ciento mas de escaños que su antecesor Pablo Casado, pero se quedo muy lejos de la mayoría suficiente que reclamaba durante la campaña.

Para Sánchez la situación no es nueva. Perdió, pero el rechazo a la derecha entre sus aliados independentistas es tal que podría reunir los apoyos suficientes para sumar más síes que noes e imponerse a Feijóo, buena parte de la jugada está en manos de un prófugo de la Justicia. A medida que el PP subía en el escrutinio en Waterloo Puigdemont estaba descorchando cava. La gobernabilidad de su odiada España pasa por sus ocurrencias en Bélgica mientras pende sobre el la duda de la extradición. Puigdemont se encargará de torpedear las ilusiones de Núñez Feijóo, pero el precio que puede exigir a Sánchez puede ser tan desorbitado que incluso el actual presidente tenga que decir que no. Pero el expresidente catalán se ve fuerte, ya que el futuro pasa por sus manos y su eterno rival, ERC, ha pagado en las urnas su vocación negociadora con el PSOE perdiendo casi la mitad de los escaños. Llegó a decir que el precio de sus votos sera un referendo de independencia vinculante. A ver quién sostiene el órdago.

Y en esa ecuación aun falta ver lo que tiene que decir el PNV, otro de los grandes damnificados de su relación cercana con el sanchismo. Bildu le ha ganado por segundas elecciones consecutivas en número de votos y en el horizonte hay unas autonómicas vascas en las que se lo juega todo. El PNV ya anunció que con el PP no podría pactar porque había traspasado todas las líneas rojas al pactar con Vox. Sánchez ha conseguido escribir un nuevo episodio de su particular manual de resistencia. Sobrevivió casi cuatro años haciendo equilibrios y ahora puede seguir en el cargo cuando nadie apostaba por él. Como están las cosas Sánchez tendrá que elegir entre Otegui y Puigdemont o repetir elecciones. ¿Nos vemos en Diciembre?