Cristina Valido: ¿qué valida?

Se ha venido arriba esta diputada de Coalición Canaria cuando con un pírrico escaño en el Congreso, sobre un total de 350, se ha convertido junto con Puigdemont, en la llave de la gobernabilidad de 48 millones de españoles. Vaya castaña de ley electoral que tenemos. Que 114.000 votos de un partido regional valgan infinitamente más que 11 millones de PP y Vox es una gran aberración.

Y ahí la tenemos ante las cámaras y los micros –en plan reina madre– dudando si va a apoyar su partido al bloque que de manera falaz se autodenomina «progresista». ¿Habrá un calificativo más desafortunado que llamar «progreso» a eso que hace Sánchez y su recua? ¿Ejercer el poder de manera autocrática es progreso o regreso a los comienzos del siglo XX?

Señora diputada, su duda ofende. Hace menos de dos meses que el PP les ha puesto en la presidencia de su Comunidad. ¿Tan frágil es su memoria? ¿Tan líquidos son sus principios y su ética? ¿Tan poco vale para usted un pacto entre políticos serios? Y luego, con una frivolidad que asusta, afirma que con Vox ni a la puerta de la calle. Que se sepa, éste es un partido constitucionalista al que han votado 3 millones de ciudadanos cuyas ideas son tan respetables como las de los demás. A la diputada Valido parece que le gustan más los de la extrema izquierda, los comunistas, los bilduetarras, los separatistas y, por supuesto, los socialistas. Estos últimos, que aún tienen mucho que compensar, por ejemplo, a los damnificados del volcán de La Palma.

Allá usted, señora diputada. Pero 11 millones de ciudadanos españoles que quieren un cambio radical del sanchismo la tienen bajo la lupa. Antes de decidirse, por favor, medite un poco. Recuerde que la gloria es efímera pero los remordimientos pueden durar toda una vida.