Cartas al director
¡Majestad… españoles!
El momento actual que vive nuestro Reino de España es critico, decisivo, es un punto de inflexión en nuestra historia y requiere por tanto, Majestad, de su intervención, de forma inequívoca y contundente.
Quiero recordarles a los españoles, que no a usted, Majestad (que es conocedor de ello), que el Rey de España tiene autoridad suficiente y legal, plasmada en nuestra Constitución, para tomar las decisiones y dar las órdenes oportunas que mejor considere, según los distintos artículos de la misma que le confieren dicha autoridad:
Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles
Artículo 56. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones.
Artículo 61. El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos.
Articulo 62 d) Proponer el candidato a presidente del Gobierno y, en su caso, nombrarlo.
Majestad… Estos artículos de nuestra constitución son suficientes para tomar las acciones oportunas que usted considere. Existen dos maneras de reaccionar ante la grave situación que se avecina para nuestro Reino:
1) Actuar como tramitador de las situaciones que se le van proponiendo, aséptico a la realidad tangible mayoritaria del pueblo español.
2) Actuar conforme a los poderes que le otorga la Constitución y frenar una deriva contra la unidad de España, que poco a poco va tomando forma en nuestras instituciones y que encontrara el camino de legalizar aquello que es profundamente inconstitucional.
No se puede nombrar candidato a la presidencia a alguien que, para ser presidente, pone a la venta ante un puñado minoritario de enemigos de nuestro Reino, la soberanía nacional, a través de las instituciones.
Majestad… el pueblo español le espera.