Cartas al director
El cuarto protocolo
Como en la famosa novela, y película posterior, Pedro Sánchez ha firmado un acuerdo secreto con el principal enemigo de España como nación de ciudadanos, libres e iguales, que consagra el artículo 2 de nuestra Constitución. Fruto de tal acuerdo, la composición de la mesa del Congreso de los Diputados, con unos miembros que no se adecúa al resultado electoral del 23 de julio, con una sobrerrepresentación de la izquierda y la ultraizquierda, en detrimento del partido ganador y de la tercera fuerza política. Es una mesa escogida por un prófugo de la Justicia española, que tiene una orden de detención en vigor, con el apoyo claudicante del moderno Manuel Godoy del siglo XXI, algo totalmente funesto. No es una mesa «progresista » sino una mesa «del contubernio sanchista y separatista», para hablar claro. Pero lo peor aún está por llegar y es el cumplimiento por parte del candidato Pedro Sánchez con el prófugo judicial y enemigo de los españoles, de lo que se podría definir el «cuarto y principal acuerdo para la investidura», que es la rendición de Pedro Sánchez con la concesión, de forma totalmente ilegal por inconstitucional, de que se celebre un referéndum vinculante de autodeterminación para Cataluña. Porque ese es el cuarto protocolo que, de forma secreta y con nocturnidad, ha acordado Sánchez con el prófugo, requisito inexcusable para que el grupo de los 7 puedan darles los votos necesarios para que el candidato socialista consiga su investidura o impostura. Que nadie lo ignore. Que es la cruda realidad. Salvo que el Rey, en legítimo uso de sus prerrogativas constitucionales, lo impida, ese resultado será irremediable.