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Cartas al director

En el diálogo está la solución

Bastante menos que del «pico» del Rubiales a Jenni, pero también suena, es la idea de Feijoo de hablar con Junts. No ha propuesto besarse con Puigdemont ni de indultarle ni de regalarle un referéndum. Simplemente ha dicho que menos con Bildu está abierto a hablar con todos. Y aquí debemos plantearnos si quienes siguen a Junts son españoles o no lo son. Porque si nos decidimos por la primera hipótesis debemos decidir qué hacemos con ellos, pero mientras tanto les cobramos impuestos y les damos servicios cuando no subvenciones. Y si no los consideramos españoles es que estamos apoyando su razón separatista. Feijóo es un político periférico, es gallego y la descentralización autonómica le ha servido para gobernar Galicia cuatro legislaturas con mayorías absolutas. Comprende lo que es la descentralización, pero no ve razones al nacionalismo separatista, que además conlleva un centralismo de su nación. La Constitución emplea con intención ambigua el término «nacionalidades», que no significa otra cosa que nación. Y es una cuestión de la que cabe hablar con Junts, si Puigdemontsse olvida del supremacismo soberanista de Cataluña. El diálogo pudiera ser enriquecedor, no sólo para Cataluña, también para España, cuando se llegue al convencimiento de que federar –¿qué si no es el estado autonómico?– es unir y no separar. Y que el espíritu asociativo del hombre desde sus orígenes es agregar y no separar. Puede que Feijóo esté al tanto de un razonamiento como éste, o mejor, y no tenga por qué entrar en consideraciones que conciernen a Pedro el Dadivoso. España tiene solución.