El ser más despreciable que pisa nuestra piel de toro

El título es una afirmación que no precisa ningún esfuerzo para demostrarlo; está claro que nuestro fray Mentiras, ese individuo que padecemos como presidente del Gobierno, es un ególatra ciego que no llega a ver las necesidades y deseos de los españoles o, simplemente, que le importa un bledo nuestro bienestar y el desarrollo de nuestras vidas. Solo le importa «arrastrarse» ante los delincuentes, ante el peor comunismo, ante los filoterroristas, ante los que quieren romper nuestro país y ante los que promueven la desigualdad, el enfrentamiento y el desorden entre nosotros.

El partido político ganador de las pasadas elecciones, el PP, le ha ofrecido un pacto para arreglar todas las deficiencias que él nos creó en la pasada legislatura, debido a esas humillaciones ante la escoria política que pretende acabar con España. Le ofreció la oportunidad de desprenderse del azote de los que quieren liquidar cuanto nos engrandece y nos permite la libertad y la igualdad. Pero él, el altanero Pedro Sánchez, dice encontrarse muy a gusto entre esos políticos, sin duda porque es como ellos, y no quiere ni cumplir la Constitución ni hacer nada a favor de los españoles, ya que estos le abuchean y no le votan.

Tiene no obstante este personaje un don, que es la facundia, con la que arrastra a los más ignaros, afortunadamente pocos ciudadanos; la mayoría están deseando verle para abuchearle, pitarle, abroncarle… Y todos lo haríamos así, pues este charlatán de ferias, que desprecia a los españoles para mantenerse en el poder, acaparar los poderes de otras instituciones, y tratar de destruir todo lo que de bueno teníamos, desoyendo el grito de los españoles, nos lleva a lo peor, terminar con la democracia, con la Constitución Española, con las libertades y liquidando los muchos siglos de historia que adornan a nuestra España.