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Cartas al director

Bruselas woke

Mientras que estos días se debate en España si este gran país cae en las garras anticonstitucionalistas, no por ello tenemos menos plagas de las que salvarnos. Cuando una familia, una huerta o una empresa la dejamos en manos de nadie o la maltratamos, no hemos de asustarnos si antes o después todo va a pique. En Bruselas pudimos ver el poderío humanista de Ángela Merkel y ahora, la que tendría que ser la casa común de los europeos, con sus estados miembros cargados de tradiciones, culturas y religiosidad entre otras, ella misma se está encargando de ladear lo propio de muchos gobiernos y acentuar su estrategia desde el punto de vista que los poderosos idealistas marcan en su hoja de ruta. En este caso el mundo woke.

Los estirones de orejas desde Bruselas a Hungría, Polonia y alguna que otra vez a Italia son de forma continuada y, las oligarquías que imponen la ideología woke del lobby con dinero de todos los europeos pasean por sus diferentes sedes como si fuesen directores generales del Olimpo europeo. Las exposiciones blasfemas y sadomasoquistas redoblan sus esfuerzos y acciones para garantizar los derechos de esta minoría woke. Nos situamos ante una propaganda de género que no es una simple travesura de pasillo, más bien, una de las grandes amenazas que acechan desde Bruselas a nuestros pequeños y jóvenes. España no se queda atrás.

Este fundamentalismo identitario y hostilidad racial también lleva hace años fraguándose en los Estados Unidos y, desde allí, se desea dar el salto definitivo a Europa.

El grupo cristiano de ECPM que hay en Bruselas me comentaba que no hace mucho otros eurodiputados les miraban de arriba abajo como diciendo «de qué van estos desgraciados», eso sí, con la cortesía de lo políticamente correcto. Ursula von der Leyen me da que juega a demasiados objetivos laicistas por lo que se ve. Lo bueno de todo esto es que son muchos los cristianos españoles que, dándose cuenta del tejemaneje existente hoy en España y en Bruselas, se están poniendo las pilas por amor a su país y a la Europa que de verdad les importa. El Sr. Feijóo y sus compadres, que sepamos, hoy por hoy ni chicha ni limoná ante tales desventuras.