Cartas al director
El amor entre el PSOE y el PNV
Quién sabe si estos políticos acabarán dejando el país como unos zorros, me refiero a Pedro Sánchez y Aitor Esteban. Hay quien dirá que ya está como unos zorros y que lo van a dejar como unas hienas. En todo caso, son cuatro patas. El candidato del PSOE, léase Pedro, anda estos días representando la obra de teatro propia al encargo del Rey para la investidura. Teatro del bueno, aunque con las entradas marcadas. En la tercera escena comparece junto al galán un tal Aitor Esteban, léase PNV, quien regala al protagonista una mirada que es una pregunta: «Pedro, ¿por qué no me quieres solo a mí, como marca la tradición?» La respuesta es una obviedad: dos y dos son cuatro. Pura matemática sin escrúpulos ni remilgos, que le pregunten a Otegi & Puigdemont. Pero Pedro sabe que esos ojillos peneuvistas –quién sabe si han dormido poco o lo contrario– aún valen su peso en oro. No hace falta que Esteban diga lo que está pensando, porque es público y notorio: «Y aquí, Pedro, es donde vas a empezar a pagar». Todo ello cuando España está una vez más sorprendida por las actuaciones de un presidente del Gobierno en funciones, dándose prisa para preparar los indultos para sus compañeros de partido condenados por los ERE en Andalucía, que ayudaron a que desaparecieran casi 700 millones de euros, algo sin importancia, como si de una propina se tratara.