Orgulloso de ser español

En el Día de la Hispanidad, cuando España y los españoles nos encontramos en un momento de grave crisis institucional, es cuando más me siento orgulloso de formar parte de una gran nación, de una cultura universal, de una lengua común y, sobre todo, de nuestra tradición. España ha salido indemne de muchas encrucijadas pero, como la actual, sin precedentes. España tiene un problema que sólo se califica con un nombre y apellidos. En el 36 era la división entre ideologías extremas, que también era compartida por las naciones de la Europa de entreguerras. Pero, ahora, no. ¿Dónde debemos situar el origen del problema? En un personaje siniestro, que carece de empatía ante sus compatriotas, y que carece de dignidad y escrúpulos. Ni los gritos, pitidos o insultos, todos ellos más que justificados, le hacen mella. Pero, a pesar del personaje, estoy convencido que saldremos adelante, incluso con Pedro Sánchez saliéndose con la suya, investido con la contrapartida de una amnistía ya pactada y un compromiso infame de referéndum. España saldrá adelante porque los españoles somos fuertes y no nos rendiremos.