Cartas al director
Amnistía y millones
La política de nuestro país atraviesa uno de los momentos más críticos en la Historia de la Democracia.
La política se ha contaminado, se ha viciado y se ha convertido en ideología, proceso que ha alcanzado su plenitud en los sectores izquierdistas, en los cuáles los ciudadanos votan con el corazón, no con la razón, votan contra los fantasmas del fascismo, no contra los gigantes de la ideología de género, votan contra el humo del patriarcado en lugar de votar en contra de aquellos que quieren acabar con la vida y la familia, votan contra Feijóo como aliado de la amenazante y peligrosa ultraderecha en lugar de votar contra un Sánchez autócrata que constantemente vive buscando artimañas para salvar los escollos que mancillan su imagen y poder mantenerse en su sillón azul.
La política española se ha convertido en un show televisivo en el que un coherente Feijóo se desenvolvía como nunca en un debate en el que todos trataban de ridiculizarle a la vez que aplaudían a Sánchez, el cual lidera un nuevo capítulo en la mofa hacia el español racional dándole la mano a un Rufián, siempre con su característica sorna hacia los españoles, que ahora ha decidido dar un nuevo salto en su ridiculización a la nación a la que muy a su pesar pertenece, pidiendo una cantidad de dinero que a mi parecer es aberrante mencionar además de la ya asentada defensa de la legitimación del 1-0, que es el verdadero sentido que ha adquirido la política de amnistía.