Cartas al director
Desprestigio institucional y poder político
La sesión de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado ha servido para evidenciar la degradación política que sufre el Estado: un presidente de la Generalitat de Cataluña que no participa del saludo debido al presidente de la Cámara Alta y que realiza un monólogo sirviéndose de la antigüedad de su autonomía para hablar el primero y marcharse acto seguido, sin conocer la opinión de sus homólogos; un Partido Popular con disparidad de criterios sobre el uso de las lenguas cooficiales –en el Congreso no y en el Senado sí–; y un Gobierno de España ausente de una cita de gran relevancia. ¡Las Cortes Generales se merecen un respeto!
Si algo se puede sacar en claro es que gobernar será muy complicado para el líder socialista –si es que llega a recabar los apoyos necesarios–, ya que contará con un soporte parlamentario muy endeble en el Congreso de los Diputados, la oposición del Senado y de la gran mayoría de las comunidades autónomas y capitales de provincia, así como tendrá que hacer frente a unas fuerzas separatistas catalanes que intentarán echarse al monte, puede que en esta ocasión acompañadas de las formaciones nacionalistas vascas.