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Cartas al director

La cruda realidad de los hipotecados

La cruda realidad es que el 70 por ciento de las hipotecas son a tipo de interés variable. Entre ellas, el Banco de España reconoce que la ratio de carga financiera sobre renta ha crecido más para las familias con ingresos más bajos. En concreto, uno de cada siete está a punto de que su carga financiera supere el 40 por ciento de los ingresos. A partir de este umbral es cuando los problemas económicos para subsistir empiezan a ser graves. Esto supone que las peticiones de ayuda de los hipotecados hayan alcanzado ya un nivel récord. En lo que va de año, 42.000 hipotecados han solicitado acogerse a las ayudas del código de buenas prácticas. Las medidas para aliviar la carga de los solicitantes incluyen periodos de carencia y refinanciaciones. Es preocupante, sin embargo, que casi la mitad de las ayudas haya sido rechazada. Esta es una anomalía que el sistema bancario debe resolver de inmediato. No se puede dejar abandonadas a las familias que se han visto afectadas gravemente por el brusco aumento de los tipos de interés. La situación además puede ser peor si se tiene en cuenta que, según advierte también el Banco de España, en los próximos meses se producirá una mayor transmisión del incremento de los tipos de interés al coste de la deuda viva de los hogares. Ello contribuirá al aumento de la proporción de hogares endeudados con carga financiera elevada. Se calcula que el 30 por ciento de las hipotecas a tipo variable experimentarán una revisión al alza de sus tipos de interés de más de un punto porcentual. El aumento del coste de las hipotecas, en general, no ha provocado un aumento de la morosidad, ya que la cuota hipotecaria, en caso de dificultades, es lo último que se deja de pagar. Pero no se puede ocultar que la política monetaria de altos tipos de interés ha dejado a numerosas familias con el agua al cuello y con riesgo de convertirse en morosas. La paradoja es que el importante aumento del coste de las hipotecas, al coincidir con los bajos tipos de interés que paga la banca a los ahorradores, ha hecho que los que pueden usen los ahorros para comprar la vivienda al contado y así optimizan la rentabilidad de su dinero. El fenómeno es importante, como lo demuestra que en lo que va de año se han comprado más viviendas así que con hipotecas y se ha creado un mercado a dos velocidades. Pero lo urgente es atender a los vulnerables.