Cartas al director
Negociación, chantaje, cesión
Son tres situaciones normales en nuestra vida. Negociación supone trato, las partes conversan para obtener beneficio a cambio de ceder en algo. Chantaje implica presión sobre alguien, extorsión, para que consienta en lo que se le exige, posiblemente ante la posibilidad de grandes males. Cesión es entrega voluntaria, renunciando a algo que se posee.
También hallamos estas situaciones entre países, siendo la más común la primera, pues salvo derrota militar, esperan beneficiarse de una negociación, sean acuerdos de pesca, exportaciones, limitación de armas, etc. La clave del éxito radica en saber llevar las conversaciones, de modo que, si uno de los negociadores se muestra duro en exceso, el otro debe demostrar la misma dureza. Así ocurre en el regateo de los mercadillos, si el vendedor pide una cantidad exagerada el posible comprador se irá y renunciará a la compra.
Deja de haber negociación cuando uno de los que intervienen pone sobre la mesa algo que no le pertenece, que tan sólo gestiona, administra o gobierna, pero que no es suyo (un país, por ejemplo). Por tanto, se cree libre para ofertar ya que nada pierde, más aún, dirá que actúa en beneficio de sus administrados, los ciudadanos. La negociación pasa a ser un chantaje por parte de los dos que intervienen, el que compra y el que vende; pero tarde o temprano el que así procede probablemente acabará en manos de la justicia, pero seguramente desacreditado por la Historia.