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Cartas al director

Reunión del Comité Federal de un partido político imaginario

«Queridos compañeros, voy a ser breve, pues todos sabemos cuál es el propósito de esta reunión que no es otro que el yo vuelva a ser presidente de Gobierno. Tener presente que mi propuesta de alianzas la hago por vosotros. Quiero dejar muy claro, que como decía un áspero seleccionador de fútbol, yo tengo más salidas que el metro. Bueno, para ser más preciso, ya que soy del barrio de Tetuán, tengo más salidas que el metro de Cuatro Caminos».

Grandes risas en la sala acompañadas de una salva de aplausos.

«En efecto, puedo optar a un cargo de alto comisionado en las Naciones Unidas, optar a presidente de la Comisión Europea, secretario general de la OTAN, etc. Y en el peor e improbable caso de que no me salga nada, siempre me quedará ser miembro permanente del Consejo de Estado con 150.000 'pavos' al año amén de otras regalías. Pero vosotros ¿qué vais a hacer si perdemos el Gobierno? Es decir, si perdemos decenas de ministerios y secretarias de Estado, cientos de direcciones generales, innumerables subdirecciones generales, golosas presidencias de empresas públicas, miles de puestos de asesores y un largo etcétera. Insisto, ¿qué sería de vosotros, vuestras familias y amigos si perdemos el Gobierno? Qué os espera, tal vez la caja de un supermercado, un puesto de profesor contratado en la universidad, etc.»

Sudores fríos en los asistentes, así como desosegados murmullos.

«Tranquilos, confiad en mí, soy imbatible. Cuando hace algún tiempo dije, aparentemente para defender la ganadería española de los ataques del 'Zoquete del Rincón', que un chuletón en su punto es imbatible, realmente me refería a la imbatibilidad del 'Chuletón de Tetuán', o sea de mí».

Atronadora ovación en la sala.

«Tranquilos, la investidura como dije hace unos meses está chupada. Pero cuidado, no nos confiemos. Por último una recomendación final. Perdón que tengo que concentrarme para que no me de la risa».

El orador se calla por un momento, saltándosele unas lagrimitas producto de su esfuerzo para no morirse de risa.

Levantando fuertemente la voz.

«Somos progresistas. Fuera de nuestra propuesta no hay nada. Bueno, algo peor que la nada absoluta. Franquismo sociológico, fachismo, machismo, xenofobia, homofobia, transfobia y todas las fobias que se os ocurran. Bueno compañeros, a por todas».

Mientras el orador no puede reprimir la risa, se produce una atronadora ovación y gritos de «presidente, presidente».