España no merece esta humillación

La tristeza, la rabia, la desesperación que estamos sufriendo una gran mayoría de españoles con la sesión de investidura de Pedro II el Mentiroso nos esta generando un gran dolor y está provocando la división absoluta entre nosotros después de una andadura difícil, larga pero honrosa y leal, a los pactos de la Moncloa que trajeron la Monarquía parlamentaria a nuestro gran país con el compromiso de todas las fuerzas políticas que aceptaron y firmaron la Constitución de 1978, que es la patria común de todos los españoles.

La segunda gran decepción ha sido ver la falta de coherencia, educación, respeto y desprecio a los partidos políticos que nos representan. El rencor y odio manifestado por muchos de los que subieron a la tribuna contra el centroderecha y la derecha que muchos hemos defendido y votado ha sido indigno y antidemocrático.

La tercera gran decepción fue ver al futuro presidente del Gobierno a «los pies de los caballos» de esos independentistas con los que ha pactado su continuidad, a cambio de concesiones de las que conocemos la mitad de la mitad, haciendo unas intervenciones que dejaban bien claro que esto no ha hecho más que empezar. La amnistía no es solo lo comprometido, hay y habrá muchas cosas que nos harán «helar la sangre» como decía la madre de un asesinado de ETA refiriéndose a los socialistas de aquella época.

Destrozará nuestro país y dejará para nuestros hijos y nietos una España irreconocible, donde nuestra historia de siglos y reconocida universalmente, quedará rota.