Patxi López, una razón incompleta

Cuando en el debate de investidura Patxi López, hace unos años enemigo interno de Sánchez en las primarias del PSOE, hoy escudero del césar tras una conversión que ni la de San Pablo, afirmó que «no fuimos el PSOE los que sostuvimos una dictadura» dijo una verdad del tamaño del Congreso de los Diputados, y es que cuando Patxi lleva razón hay que dársela: sin duda el socialismo no sostuvo la dictadura, pero olvida Patxi, él, que como buen socialista manosea el concepto de memoria, hace unos años histórica, hoy democrática, que el partido que sostuvo a la dictadura de Franco fue la Falange, el partido único, y no el Partido Popular, y que quien se batió el cobre en la lucha antifranquista no fue desde luego el socialismo, oposición al régimen teórica, cómoda, de sofá, puro y tertulia en el amable exilio de Rodolfo Llopis, sino el Partido Comunista: tanto es así que llegó a un punto la identificación del PCE como única alternativa a la dictadura que con solo aludir al «partido» no había nadie que no supiera a cuál se refería. Pero tampoco el socialismo trajo la democracia, sino que fueron las cortes franquistas las que en 1976 votaron la ley para la reforma política por la que ellos mismos, las juventudes y nuevas generaciones de la dictadura decidían poner fin a un régimen dictatorial para transitar de la ley a la ley y despojar al Rey Juan Carlos de todos los poderes que entonces concentraba para devolverlos al pueblo español, consolidando así una democracia liberal basada en la separación de estos que hoy silentemente se encuentra siendo asesinada a la espera del visto bueno del Constitucional con Conde-Pumpido a la cabeza, dispuesto una vez más a mancharse la toga con el polvo del camino. ¡Ay, Patxi, qué mala es la memoria cuando tan aciaga nos resulta!