España será otra vez ejemplo mundial

Como todos sabemos, ya tenemos presidente. El llamado «renacido» ha conseguido su sillón tras traicionar su palabra engañando a todos los españoles satisfaciendo su ambición personal a costa de unas cesiones que van a provocar mutaciones en la sociedad española.

Su pretexto es que las circunstancias son las que son y son necesarias para el progreso y la convivencia. Y lo dice convencido después de semanas negándolo todo.

Lo cierto es que es un acuerdo de muy hondo alcance, puesto que cambia la legalidad además de que tendrá que cumplir los compromisos adquiridos y los independentistas no creo que se dejen engañar.

Es muy grave porque no serán delito ni el golpe de Estado separatista de una administración pública como puede ser la Generalitat de Cataluña ni las violencias de los separatistas. Quedará la puerta abierta para repetir con la comodidad de que los delitos de sedición y malversación ya no les afectarán.

Es muy grave porque está promovido por el PSOE que ha sido un partido clave en la instauración y desarrollo de la democracia española, que fue ejemplo mundial.

Con esto, España volverá a ser ejemplo mundial, pero esta vez será modelo de lo nefasto y de lo surrealista.

España puede llegar a ser un ejemplo de cómo cae una democracia, ejemplo de un Estado fallido y puede ser un iniciador de algo que Europa teme que ocurra: el efecto contagio a otros países.

Ahora tendremos oportunidad de observar las reacciones, la resistencia contra la implementación de este acuerdo y comprobaremos también el nivel de resistencia de las instituciones españolas, de las Cortes, de los jueces, y de los ciudadanos.

Será interesante observar las reacciones del resto de Autonomías al agravio comparativo que representa la condonación de la enorme deuda contraída a causa de sus delirios políticos mientras otras autonomías están olvidadas.

España será ejemplo mundial. Pero de lo malo.