Fundado en 1910
Menú
Cerrar

Cartas al director

La infancia refugiada

Cada vez que veo las imágenes de niños y niñas que nos ofrecen los medios televisivos en cualquier guerra, se me cae el alma. La infancia refugiada en luchas permanentes, sin escudo en un mundo indiferente, sin hogar ni seguridad. Las guerras cortan sus alas, limitando sus sueños. Pero para los más de 40 millones de niños desplazados en el mundo, esa realidad es un espejismo lejano. Cada niño y niña merece más que la supervivencia, merece la oportunidad de crecer en un entorno seguro, de aprender, de jugar y soñar, darle un futuro. A tan temprana edad, el futuro debería ser un lienzo abierto, no una neblina de incertidumbre. Creo que cada niño y niña merece la pena tener esperanza y oportunidades. Todos estos detalles humanos pueden marcar la diferencia en sus vidas. No sé quién habrá dicho esa tontería de que los hombres no lloran, pues yo afirmo que los hombres también lloran. Lo digo por experiencia propia.