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Cartas al director

Subvenciones: ¿prioridades o intereses propios?

En el panorama de asignación de fondos públicos, resulta sorprendente observar cómo se destinan sumas considerables a diversas áreas, mientras que enfermedades tan graves como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) parecen quedar en segundo plano. Algunos ejemplos destacados de dichas asignaciones son: los más de 5 millones de euros a entidades de protección animal, una noble causa, pero ¿qué pasa con la lucha contra la ELA? O bien los importes de hasta 10.000 euros por proyectos destinados a la creación, producción y difusión artística en el ámbito de Igualdad de Género, o las subvenciones para investigaciones feministas que alcanzan casi 54.000 euros. ¿No deberíamos considerar prioridades más vitales, como la investigación y el tratamiento de enfermedades graves?

Por no hablar de las subvenciones de más de 74 millones de euros para actividades de interés general correspondientes a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, las cuales carecen de transparencia en cuanto a su destinatario específico, aunque ya nos podemos imaginar a qué no van destinadas, os haré un adelanto, a la ELA no, desde luego.

Es lamentable observar cómo se bloquea una ley en el Congreso destinada a la lucha contra la ELA, una enfermedad que amenaza directamente la vida de quienes la padecen, pero resulta aún más desconcertante cuando se comparan los recursos destinados a la introducción de lenguas cooficiales en la UE, con un coste de casi 100 millones más que la ley de ELA, siendo esta rechazada por parte del PSOE, etiquetándola de «costosa», dando lugar al planteamiento sobre las verdaderas prioridades del gobierno.

La ley ELA, aprobada por unanimidad en su tramitación inicial en marzo de 2022, permanece bloqueada en el Congreso, mientras que se destinan cantidades de más de 55 millones de euros a asesores del Gobierno o se perdonan deudas millonarias como la de Cataluña. Este desequilibrio en la asignación de recursos no solo es injusto, sino que también pone de manifiesto una falta de atención a las necesidades urgentes de quienes enfrentan enfermedades sin cura.

¿Hasta cuándo seguiremos priorizando leyes que no son de vida o muerte en detrimento de las que sí lo son?