Censura pura y dura

Hace unos días, el señor Óscar Puente afirmó que Bildu tiene «derecho a la vida política como el que más» a la vez que sostenía que UPN, PP y Vox eran «poco democráticos» por manifestarse en contra de la moción de censura que va a entregar la alcaldía de Pamplona a los abertzales... a cambio de seguir sosteniendo al señor Sánchez en la Moncloa.

A su vez, el señor Álvarez León, portavoz del PSOE en la Asamblea regional de Madrid, reclama una sanción para el colegio concertado Cristo Rey por «el radical discurso de Mayor Oreja ante los alumnos». Los motivos por los que Álvarez León pide sancionar al colegio son porque «ha criticado al Gobierno legítimo de España» y «ha cargado contra el aborto, la eutanasia y la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, aprobada por las Cortes Generales conforme a la Constitución».

Y, «como colofón», recuerda el diputado, la conferencia finalizó con el himno de España.

O sea, que según el señor Álvarez, ni se puede escuchar el himno de España en España, ni se puede criticar al Gobierno de la nación porque está legítimamente constituido, pero sí se puede hacerlo contra el Gobierno de Madrid, pongo por caso, aunque también esté constituido de una forma legítima.

Y, por supuesto, rápidamente, el centro (que se supone católico), ha eliminado la conferencia de sus redes sociales y de su canal de YouTube: «Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles». (Evangelio de san Marcos; Mc 8,38).