Navidad en Belén

Los informativos del día 24 de diciembre tomaron como noticia el nacimiento que en Belén habían montado con figuras ennegrecidas, asentadas sobre escombros y rodeadas por una concertina en señal de la actual situación de guerra en la que la Tierra Santa hoy se encuentra sumida; sin embargo, más allá de la denuncia social que la representación de marras quiere transmitir a la sociedad, este portal de Belén simboliza a la perfección el verdadero sentido de la Navidad: el marisco, la carne, los vinos y el champán con el que celebramos estos días no son más que una paganización de lo que la noche del 24 se celebra, el nacimiento del hijo de Dios que, para redimir los pecados del mundo, nació pobre, en un humilde pesebre; asimismo, resulta a todas luces una cruel paradoja que el 28 de diciembre se celebre el día de los Santos Inocentes en conmemoración de todos aquellos niños que murieron víctima de la cólera de Herodes y hoy, más de dos mil años después, en ese mismo suelo siga siendo derramada la sangre de tantos inocentes mientras nuestro interés solo parece centrarse en la mejor foto que mostrar de una abundante mesa, deturpando de este modo el sentido verdadero de esta celebración. Feliz Navidad.