Los huérfanos de la escena

Acabado el primer trimestre de la temporada teatral del Lope de Vega sevillano se nos revelan las aciagas premisas como ciertas.

Se nos aseguró que por obras de mantenimiento ineludibles el repertorio escénico se vería representado en otros teatros de la ciudad como el Cartuja Center, el TNT o el Alameda. Para los que estamos abonados al hermoso edificio del parque María Luisa y a sus clásicas obras encajamos la noticia no sin cierto recelo. Estábamos en octubre y aún no se había levantado el telón. Nos veríamos obligados a peregrinar por la ciudad una docena de obras de las cuales, finalmente, tres de las más esperadas ni tan siquiera terminaron representándose como El proceso con Carlos Hipólito, La guerra de nuestros antepasados con Carmelo Gómez o la clásica de Lorca, Yerma.

¿Veremos La discreta enamorada dirigida por Lluís Homar, o La importancia de llamarse Ernesto de Wilde? Todo apunta a que no. Sólo hay que acceder a la página del ICAS (Instituto sevillano de la Cultura y las Artes) para comprobar con desazón que el Lope no tiene a la venta ninguna de estas obras de teatro anunciadas a bombo y platillos. Y de las que aparecen, quizás menores, no hay descripción alguna de las mismas: ni sinopsis, ni compañía ni actores. ¿Realmente piensan que compraremos las obras a ciegas?