La cultura de la muerte

Este concepto refleja una perspectiva social que contempla la muerte de las personas como algo favorable, incluso altruista para la propia especie humana, implica una serie de situaciones definidas como legitimas, aceptadas y toleradas donde alegan como algo positivo el hecho de suprimir algunas vidas humanas.

A lo largo de los años, hemos observado como cada vez está mejor visto ayudar a alguien a morir, en vez de considerar invertir en cuidados paliativos o en buscar soluciones menos radicales, pero este fenómeno no solo se limita a la eutanasia, yendo un paso más allá, quitar la vida a quien no se puede defender ha pasado de ser un acto cobarde a un café de media mañana, hasta tal punto, que en algunos lugares como Michigan las leyes han cambiado o «evolucionado» según algunos y es que la gobernadora demócrata (irónico lo de demócrata, la verdad) Gretchen Whitmer, alega que luchar por los derechos de las mujeres, es quitar toda restricción dentro del aborto, hasta tal punto de permitir asesinar un día antes del parto, pero todo esto es por un bien mayor, el de los derechos de las mujeres, no se olviden.

En España, el número de abortos aumentó un 9% en 2022, alcanzando un total de 98,316, siendo el 73% de estos realizados antes de la octava semana de gestación. En Estados Unidos, se estima que la media MENSUAL de abortos en este año fue de 82,298.

No deja de ser una frivolidad que haya gente defendiendo a capa y espada la vida de los animales, argumentando que son seres indefensos y aferrándose a que no se puede decidir sobre sus propias vidas ya que ellos no eligen morir, cuando lo más indefenso y desamparado actualmente por las leyes es un ser humano dentro de una bolsa amniótica.

¿Estaremos frente al exterminio de la especie humana y ni siquiera somos conscientes de ello? ¿O es que no queremos ser conscientes de ello?