Fundado en 1910
Menú
Cerrar

Cartas al director

Nada de nada

Se supone que la clase política gestiona la realidad. Promueve iniciativas de respuesta y de solución que habrían de hacernos la vida más fácil. La realidad es muy contraria. Todo se politiza innecesariamente, y lo hace en el clima de crispación en el que está sumida la ya larga puesta en escena política española. Los recurrentes virus estacionales sirven para introducir aún más cizaña. Las bolitas de plásticos en playas gallegas son objeto de ahondamiento en la ya tremendamente recuperación del sosiego que requiere el avance político y social. Todo queda pringado de amargura y dificultad que hacen casi imposible los acuerdos. Nuestros representantes políticos han embadurnado de troyanos nuestra convivencia. Nos tensan, y dificultan además la resolución de las lógicas incidencias que nos acaecen. Todo lo manipulan en su solo interés de poder. Disfrazan de utilidad lo que les conviene. A ver cuando las ocurrencias pasan por generar empleo de calidad, a partir del cual, cada ciudadano organice su vida como le convenga. A ver cuando la persuasión política pasa por promover el trabajo, como actitud personal y colectiva; de promoción personal y de implicación en el entorno en el que estamos inscritos. A ver cuando prima la comunidad sobre la promoción y facilitación del escaqueo. Muy al contrario, parecen valer más los supuestos derechos de los caraduras que el esfuerzo personal por salir adelante. Qué es lo que queda al final: un abismo entreabierto; nada de nada.