La desfachatez de Pedro I el mentiroso

Ayer fue un día importante para nuestra democracia, ya que se valoraba por primera vez y en el Congreso de los Diputados, sede de la representación oficial de nuestro país y de todos los españoles, con nuestras ideologías y nuestros compromisos para conseguir una convivencia estable y duradera, votar la ley exprés de la amnistía, que este presidente tan impresentable ha pactado con todos nuestros enemigos. Aquellos que quieren romper nuestra patria, nuestra democracia, nuestro compromiso de convivencia, que son los que están ahora dominando la situación, dejando en un lugar de descrédito y mentiras insalvables a las instituciones, a los partidos políticos que no piensan como ellos, a los jueces, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a los españoles de a pie, que no estamos en ese enredo.

Ayer tuvimos que soportar la descortesía de este presidente abandonando la Cámara de Representantes del poder popular antes de la votación, la cara de «ajo» ante las manifestaciones de los representantes de los grupos y la permisividad apoyada por la presidenta de la cámara, fiel vasallo de este sanchismo, aceptando y no mandando enmendar en el registro de la sesión y silenciar a los que enjuiciaban, insultaban y agredían verbalmente al poder judicial y a partidos políticos.

Es usted el peor mal que nos pueda tocar. Finalizará con nuestra democracia y convivencia y nos llevara a una situación insostenible. ¿Quién y cómo resolveremos este futuro aterrador que nos espera?

Reconozco su error y libérenos de esta desgracia que se nos avecina, con todos estos pactos secretos con compañeros de viaje que solo buscan nuestra destrucción como gran país que somos y siempre hemos sido.