Cartas al director
El monedero vacío
«Somos más. Buscaré votos hasta debajo de las piedras». Con estas palabras, pronunciadas con alegría exultante tras el recuento electoral del 23 de julio, Sánchez anunciaba que las líneas rojas son un imaginario que no existe en su realidad. Ésa, creada sobre el engaño y la maldad varios años antes por el inefable ZP. La mano que mece la cuna.
Sánchez impone hoy lo que ZP no pudo culminar. Se le atravesó un sapo en forma de crisis económica, que además, negó.
Se puede cambiar de opinión cada doce horas, retorcer la ley, colonizar instituciones, apesebrar a diestro y siniestro, liberar presos, indultarlos, autoamnistiarse. Y si se tercia, convocar referéndums y hacernos republicanos.
El pueblo español está demostrando tener muchas tragaderas, y si hacemos caso al informe PISA, muy poca cultura.
Eso sí, la única línea roja que jamás podrá borrar su relativismo, es la del monedero.
Como está demostrado históricamente que la política que genera su ideario sólo trae miseria, tendremos que esperar, visto lo visto, que el monedero vacío despierte conciencias y avive la esperanza que muchos nos negamos a perder. La de ver a esta caterva sentada en un banquillo.