Protesta profesional, no política

Como acostumbra el Gobierno cuando se ve en peligro, la culpa es de la extrema derecha, los tractoristas que cortan la carretera, para su defensa, son de Vox y se apoyan en ese argumento para defenderse ante la opinión pública. El campo es de quien lo cultiva y unos serán de Vox y otros serán podemitas, que hay gente «pa tó». Pero las banderitas les dan la pista. Los agricultores están sufriendo la política medioambiental. En Europa no se fijan en la contaminación que genera la industria, con fábricas e instalaciones emitiendo humos, ni el cada vez mayor número de vuelos de las líneas aéreas. Solo se fijan en el campo –pesticidas y fertilizantes y en los coches utilizados para la movilidad de las personas–. Los «progres», que no han visto el campo ni en los cuadros de Van Gogh, son quienes legislan y la agricultura, ganadería y caza son perseguidos con normas peregrinas que favorecen las importaciones desde países libres. Y además castigan a los consumidores con una cadena alimentaria con demasiados eslabones con objeto de enriquecer las arcas públicas con el IVA. Los agricultores y ganaderos están hartos sin necesidad de que les azuce ningún partido político. La protesta es profesional, no política, y bien harían los manifestantes en obrar con prudencia y moderación para que el sanchismo no aproveche para compararlos con los belicosos separatistas. Lo están deseando.