Cartas al director
Genéricos y genéricas
«Ordenan retirar un famoso medicamento contra la diabetes».
He prescrito metformina, se trata de ella, durante décadas, como Glucophage primero, Dianben después y, más tarde, un aluvión de metforminas genéricas para elegir. También asociada a otros antidiabéticos.
No es un artículo médico y no vienen al caso sus indicaciones y sus efectos adversos. Sigue ahí y con paso firme.
El genérico vino a sustituir a una molécula ya autorizada a la que, tras diez años en el mercado, le había expirado su patente.
El genérico debe cumplir todas las garantías y demostrar que el principio activo tiene la misma calidad, seguridad y eficacia que el de referencia.
Sería demasiado prolijo explicar su presencia y cómo afecta a la investigación, desarrollo de nuevos productos o cómo lo perciben los pacientes.
Nadie da duros a cuatro pesetas, el Plan Estratégico de Política Farmacéutica de 2004, no ocultaba que el objetivo fue «asegurar que los medicamentos genéricos cobran un peso relevante en el Sistema Nacional de Salud a fin de aportar ahorros en la factura farmacéutica pública».
El mercado, después, ha ido poniendo las cosas en su sitio. La libertad y la libre competencia han hecho que laboratorios de toda la vida en vez de comenzar una lucha a muerte inteligentemente hayan ido a por su parte del pastel. Como tantas veces, el pez grande se acaba comiendo al chico.
Así Novartis, propietaria de Sandoz, ha convertido a éste en el mayor laboratorio independiente de genéricos del mundo, por delante de Teva, Viatris…
¿Por qué este titular? ¿Error o adrede? Lo único que ha sucedido, y pasa con demasiada frecuencia, es que un lote de metformina ha fallado en el parámetro impureza y lo han retirado. Agua de borrajas.
Mi duda ahora es ¿la Pontón es un genérico de la Lois o Besteiro de ambas?