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Cartas al director

El «Espíritu del 9 de marzo»

El próximo día 09 se celebrará en Cibeles una manifestación contra el actual Gobierno de coalición socio-comunista. Como pilares para la protesta, la corrupción que ha salido en los últimos días a la superficie de la mugre, y lo que te rondaré, y la más que previsible aprobación inmediata de la amnistía, ese hecho que era claramente inconstitucional el 21 de julio pasado para los principales atlantes del PSOE, sólo dos días antes de las elecciones.

La importancia de esta iniciativa, a mi entender, no estará en la guerra de cifras de participantes, ni en el manifiesto que se leerá, etc. La importancia radica en que más de cien sociedades civiles estén de acuerdo para este «Basta ya», aunque si la iniciativa no cristaliza en unas medidas permanentes de coordinación entre ellas, que defiendan a los ciudadanos del atropello que sufren cada vez que eligen representantes a ciegas y sin posibilidad de reacción, no habrá servido de nada.

Defensa como, es sólo un ejemplo, que el diputado tiene que deberse a la Circunscripción, no al señor que los nombra. La Circunscripción debería poder retirar el nombramiento ante incumplimientos flagrantes. Así no habría obligatoriamente disciplina de voto en los partidos, posiblemente el cáncer más acusado de todos los que padece nuestra democracia, que son bastantes. Por supuesto, aumentaría el número de diputados independientes. Y otros muchos temas que aquí no caben y están al cabo de la calle.

Porque, ya me dirán quién se pone a recoger 500.000 firmas para cambiar cuatro flecos, como se explica en el art. 87.3 de la CE, una tomadura de pelo integral. Aquí deben entrar las asociaciones civiles, con mucho más poder de iniciativa y ejecución que el ciudadano singular. Conclusión: si conseguimos nuevas modalidades de cooperación ciudadana que permitan una participación mucho más densa que la actual, y con la presión adecuada y constante hacia los cambiantes de opinión, habrá esperanza. De no ser así, no tendremos «Espíritu del 09 de marzo». Ocasión perdida y eterno retorno.