Cartas al director
Y ahora... jurista, constitucionalista y penalista
Pedro Sánchez, con cuestionada tesis doctoral en Economía, se nos presenta ahora como experto constitucionalista para vendernos mejor su amnistía a unos golpistas a cambio de sus siete votos que necesita para gobernar. Una «expertitud» (Carmen Calvo dixit) que sobraba, pues para convencernos de la constitucionalidad de su particular ley, le bastaba con reeditar aquello de «¿la Fiscalía de quién depende?», y preguntarnos, a ver: ¿cuántos magistrados del TC me deben su puesto ahí y quién preside ese Tribunal? Pues ya está. Pero no contento con aleccionarnos en constitucionalismo, ahora también se descuelga como penalista (¿quién dijo miedo?) declarando que «como todo el mundo sabe, el independentismo catalán no es terrorismo».
Con la argumentación de esa innovadora premisa mayor del «como todo el mundo sabe», introduce un elemento tan genuinamente democrático en la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, que posiblemente haga escuela dentro del progresismo jurídico. Y además contiene un cariñoso mensaje preventivo hacia los jueces, mostrándoles la vía a seguir en la aplicación de la futura ley de amnistía, para que cualquier duda que se suscite se resuelva siempre eximiendo de responsabilidades a los catalanistas. El único problema que plantea, es que jurídicamente no es fácil saber qué es exactamente lo que a priori todo el mundo sabe. Sin embargo, lo que sí sabe cualquier jurista, es algo muy simple: que terrorismo y actos terroristas son aquellos que tipifica como tales el Código Penal, al margen de que quienes los cometan se presenten como pacifistas, budistas, judíos, cristianos, musulmanes o cándidos partidarios del independentismo catalán.