Cartas al director
Paisaje electoral catalán
Si viajamos por Cataluña podremos ver los campos verdear gracias a la humedad del rocío del final del invierno y a las lluvias de días atrás. Los sembrados asoman y brotan las hojas y flores en los árboles. Es el paisaje, no exuberante, pero de principios de primavera. Sin embargo, sí ha sido el invierno más cálido en al menos siglo y medio, según la Agencia Estatal de Meteorología; el último trimestre ha llovido una cuarta parte de lo normal en la zona mediterránea y las previsiones son de una primavera más cálida de lo usual y, como mucho, con las lluvias habituales, nada indica que vaya a revertirse fácilmente la sequía, que necesitaría mucha más agua. Así, ¿qué paisaje tendrá Cataluña el 12 de mayo, fecha de las elecciones autonómicas? Seguramente el verde ya amarilleará por entonces en la mayor parte del territorio; desde luego, la nieve habrá desaparecido de las cumbres, sin llenar los embalses como debería. Un paisaje y clima más de junio que de mayo. ¿Puede influir ese paisaje en las votaciones? ¿La sequía va a influir en las urnas más que otros asuntos ideológicos o sectoriales? Si fuera el acostumbrado para la época del año, sin duda no, pero sí recuerda que la sequía puede empeorar. ¿Va a aumentar la conciencia medioambiental? ¿Votarán ciudadanos en contra del partido que gestiona el Gobierno por no construir con anticipación infraestructuras que podrían aliviar esta sequía?¿Le castigarán por las restricciones de agua?. Por si la industria tiene más agua que el campo –que suma quejas más allá del clima– o si el turismo tiene más que los consumidores domésticos. ¿Se culpará solo a un partido y eximirá a otros que estos años han tenido y tienen responsabilidades en la administración central, autonómica y municipal? La no aprobación del presupuesto para 2024 deja en el aire 1.045 millones de euros destinados a medidas contra la sequía, que incluían desde ayudas a agricultores hasta a los municipios para arreglar fugas en canalizaciones u otras actuaciones. El Gobierno catalán puede tramitar parte de las medidas. Los proyectos de las dos desalinizadoras los asumía, de momento, el Gobierno central, cuyo presupuesto también se prorroga. Habrá que ver cuánto se acaba gastando y cómo. Y cuánto influye en los votantes.