Un buen chequeo

Estos gobernantes del bien común no dejan sus privilegios. Cada día que pasa manufacturan franquicias y privilegios para ellos mismos. Es hora de que dejen las subvenciones que tienen todos los partidos, incluso sindicatos y patronales, amén de facturas falsas, oenegés y chiringuitos que, a pasos agigantados se van sumando.

Es escalofriante que cobren el salario durante 125 días de vacaciones de verano y 14 días en Semana Santa cuando muchos de estos se confiesan ateos.

Luego dicen que todos los españoles somos iguales. Además de un buen chequeo psiquiátrico, que no estaría mal, deberían someterse a un escrupuloso polígrafo con preguntas como «¿va usted a robar dinero? ¿Sería capaz de malversar dinero público con facturas falsas y a veces imaginarias? ¿Sería usted el benefactor en situar a amigotes, familiares y asesores, inclusive a ministros y conjugues? ¿Sería capaz de llevar un ministerio sin asesores? ¿Le gusta más la verdad que la mentira?»

Posiblemente esto no sería suficientemente válido, puesto que estos políticos demandantes de empleo se las saben todas. Lo estamos viendo, donde sin temor a nada se reciprocan unos a otros con mentiras que rayan en un esperpento fantasmal, que gozan de absoluta impunidad miserable.

Muchos de estos tramposos se ríen de sus electores, incluso de los que no les han votado. Son rufianes que por unos votos son capaces de todo. Sus votantes que se alimentan de sus propias mentiras mueren en el paro mientras sus hijos pasan calamidades. Hace unos días el partido del Gobierno social-comunista y el PP se embarraron en dimes y diretes que solo sirvieron para no decir nada. Primum mihi, secundum mihi, tertium mihi. Primero, para mí; después, para mí; y finalmente, para mí. (Refranes y Paremias Grecolatinas) .