Cartas al director
El nacionalista es esclavo
Lo malo de nuestra historia es que hay quien aprovecha para interpretar el célebre hecho diferencial, que debe proceder de un sentimiento tribal, en supremacismo –somos los mejores, los más grandes, los más listos–, como si el Creador se hubiese entretenido en diseñar una primera muestra con catálogo de especies de primera, segunda o tercera división, como corresponde a los deportistas. En Euskadi y en Cataluña hay, como en todas partes, listos y torpes y una muestra de estos últimos son quienes defienden el supremacismo en razón de pertenecer a una comunidad histórica que llaman diferencial. Es por ello por lo que considero el nacionalismo un engendro mental propio de retrógrados porque es una ocurrencia que permite atar a los ciudadanos a un trozo de terreno, es una esclavitud a la que no debiera estar sometido el hombre del siglo XXI