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Cartas al director

La chundachunda de Renfe

Desde que me jubilé, me he trasladado en la línea de Córdoba-Antequera-La Línea San Roque, hace más dos décadas. Este último verano, mi señora y yo, hemos tenido constantes accidentes, hechos sucesivos en esta línea, donde los sobresaltos han sido continuos y peligrosos.

Chundachunda, la RAE la define como: música fuerte o machacona, Por sus sonidos estridentes y pesados. No voy a comunicar los infortunios de Renfe en estos últimos días, en las teles y en algunos periódicos.

Recuerdo que, este último verano se detuvo en seco, vertiginosamente en una de las serpenteantes curvas por la serranía de Ronda. Se había caído un poste telegráfico a la vía. Después de estar más de dos horas esperando para seguir viaje. El tren echó a circular hacía atrás, una media hora con el alma en vilo. En Montejaque se detuvo el tren. Sin bares abiertos para hacer las necesidades protocolarias, sentados en las maletas y otros en el suelo, ya que la estación estaba cerrada. En ese pueblo estuvimos dos horas esperando a tres autocares para llevarnos a Antequera y subirnos a otro autocar vía Córdoba y Madrid. Un viaje de cuatro horas se hizo en nueve.

Un viaje que es directo desde Algeciras a la capital de España, pasando por Antequera. Donde cambia de vía y, hay veces que, en el mismo Antequera sin comunicarlo, el cambio de tren a Córdoba se efectúa en un autocar y viceversa.

El chachachá del tren, la chundachunda del ministro de Transportes, con ese traqueteo y testaruda verborrea, de palabras soeces, veo muy extraño que no sea algo más que anomalías y explicaciones a tontas. Es una total dejadez y desgana del ministro de turno. España está próxima a un descarrilamiento. Sus railes están oxidados y dañados, cualquier día parará en ruta muerta.