Cartas al director
Día Mundial de los Refugiados
Recientemente la ONU celebró el Día Mundial de los Refugiados y entre las preocupaciones del Papa Francisco destaca el cuidado de los emigrantes y refugiados. Según este organismo, cada minuto veinticuatro personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror. A finales de 2021 llegó a 90 millones el total de personas forzadas a abandonar sus hogares por conflictos, violencia, temores de persecución y violaciones a personas humanas en todo el mundo. Con millones de personas desplazadas en Ucrania y en otros países en 2022 y 2023 las cifras totales de desplazamientos internos superan los 100 millones de personas.
En pocas palabras, una de cada 78 personas en el planeta ha sido forzada a huir, lo que constituye un dramático hito al que hace una década pocos habrían imaginado que se llegaría. El tema de la migración es utilizado con frecuencia con el objetivo de la batalla política. Pero ser católico es decir, universal, significa sentirse responsable de lo que sucede incluso fuera de nuestras fronteras. Es necesario no solo proteger y acoger a quienes lo necesitan, sino también ayudarlos a construir una nueva vida. Ante este drama de millones de personas que son obligadas a salir de sus tierras a causa de la guerra, la pobreza y la violencia, articulemos nuestra respuesta común en torno a los cuatro verbos propuestos por el Papa Francisco: «Acoger, proteger, promover e integrar».