Inútiles

Debido a esa clase política que tenemos, y que padecemos por su grado de inutilidad, España sigue sin tener una letra en el himno consensuada y que anime a la unión de todos y cada uno de los españoles en los momentos importantes, como lo fueron el pasado domingo, día 14 de julio. Mi enhorabuena al mundo del tenis, gracias a Carlos Alcaraz, y al del fútbol, gracias a la plantilla de la Selección española, con Luis de la Fuente a la cabeza.

En nuestra historia reciente, y según los entendidos, hubo varios intentos de ponerle letra. Pero no voy a centrarme aquí en ello.

Mi crítica ahora es hacia ese regionalismo de garrafón, hacia esa gentuza semianalfabeta que intenta como sea denigrar a España, aun cobrando un sueldo gracias a todos los españoles.

Una primera labor de desinformación me consta que la hacen las escuelas de música. Habrá quien crea que en esas escuelas enseñan música desde un punto de vista amplio. No, no. Los docentes suelen atender, y en el caso del Principado de Asturias, a que el alumnado sepa las notas, como mucho, del «Asturias, patria querida», que hay quien lo denomina «la canción de los borrachos», ya que estamos. Pero nada se hace y menos se dice del himno español. La persona docente que tenga ese «atrevimiento» será adjetivada sin contemplaciones de «facha».

Hay mucha labor pedagógica sin hacer en las escuelas de música. Queda dicho.