Cartas al director
Ni mayorías, ni minorías. Todos
Tal vez se me escapen cosas, seguro. Aún y todo, no acaba de encajarme lo de las mayorías de cualquier Estado Occidental. Fíjense qué pasa en el Reino Unido. Que Keir Starmer dispone de mayoría absoluta con el 30 % de los votos, del a su vez 60 % de participación electoral. O sea, que el premier Starmer es como el césar, con solo el beneplácito del 14 % de la población. En España también pasa algo así en el mundo laboral. Disponemos en 2023 de una tasa de empleo del 69 %, lo que se traduce en 21 millones de trabajadores, siendo la tasa de absentismo laboral del 2023, el 12 %. Viene a ser que el 39 % de los españoles nos sostienen a todos, incluidos los enigmáticos discontinuos de nuestra vicepresidenta Yolanda y otros tantos desgraciados. El 1,1 % de habitantes del planeta poseen el 46 % de la riqueza mundial, entre otras cifras y porcentajes.
Somos muchos quienes estamos en manos de los menos, o incluso de los muy pocos. También nuestra minoría, la occidental, la que recaba en su mayoría los enormes servicios y beneficios de que se gozan en el mundo. De este batiburrillo de minorías y mayorías se me antoja que no sabemos la suerte que tenemos quienes habitamos el Primer Mundo; el pequeñito. Aun así, entre lo «del futuro Dios dirá» (cambio climático, sostenibilidad de las pensiones, laboralismo digital, tasa de natalidad), y el «yo the first», nos estamos cargando la irrepetible parte del mundo que habitamos. Más que estupendo, sería de obligado cumplimiento el arrimar el hombro por lo común: por nuestra ciudad; por nuestra región; por España también, cualquiera que será el resultado electoral, independientemente de que los políticos egoístas y sectarios de que disponemos, todos sin excepción, no sean fiables. Así que disfrutemos en tanto podamos de nuestra inserción planetaria. Y además, que no nos sintamos mal por exhibir solidaridad, principios y valores, porque solo nuestra unidad permitirá dar continuidad a los privilegios de que gozamos.