La sonrisa de Yolanda

El pasado lunesppreguntaron a la vicepresidenta de España por los resultados electorales en Venezuela. Yolanda Díaz, con media sonrisa y ojos brillantes afirmaba: «Hay que reconocer los resultados electorales en Venezuela».

Uno entonces se pregunta si no será consciente de la realidad abrumadora de los resultados de las elecciones, donde nadie duda de la victoria aplastante de la oposición tal y como confirman las actas de votación.

O si también ignora las torturas sistemáticas, las privaciones reiteradas de derechos fundamentales o la corrupción endémica del Gobierno de Maduro.

Y es que el aparente sentido común de la vicepresidente se da de bruces con la realidad, cuando la realidad es observada con las gafas de la ideología.

A través de esas gafas de ideología, Yolanda recrea la realidad y le da forma a su gusto. La ideología ciega y como consecuencia, se pierde la objetividad, hasta el punto de afirmar que los resultados electorales en Venezuela son válidos cuando ella misma sabe que no lo son. Como dice Higinio Marín «en las ideologías, la realidad está al servicio de una idea» y para Yolanda Díaz, el triunfo de Maduro (de ideología marxista) está por encima de los miles de cadáveres que ha dejado la revolución socialista en Venezuela.

Para acabar, decir que frente a esa pretensión totalizante y mesiánica de las ideologías que, al servicio de una idea, pierden la conexión con la realidad, pretendiendo lograr «un nuevo mundo», merece la pena apostar por los ideales. Esos ideales que como decía Ortega y Gasset aceptan que el mundo es como es (respetan la realidad) pero que se afanan por cambiarlo y mejorarlo sin pretender hacer un mundo del todo nuevo.

Esos ideales de los miles de venezolanos que plantaron cara al régimen de Maduro y ganaron el pasado domingo. Y también los ideales de los miles de venezolanos que aceptaron con su muerte la cruda realidad de quien se enfrenta a una tiranía.