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Cartas al director

Dos problemas

Muy serios tiene la España actual. Uno, indiscutible, se llama Sánchez, un político sin ningún tipo de escrúpulos, dispuesto a cambiar el modelo de Estado por la puerta de atrás, y con una manifiesta chulería cobarde día tras día; la última, seguir escondido sin dar la cara para señalar el atropello de Venezuela o la charlotada de Puigdemont y sus mossos. Y el otro, menos reconocido, la falta de una oposición a la altura de las graves circunstancias por las que atraviesa España, pues es manifiesta la falta de mala leche que ahora debería mostrar el PP, pues nunca Sánchez le había puesto en bandeja un asunto tan grave como las concesiones que acaba de hacerle a los independentistas catalanes.

Una línea roja que Sánchez acaba de pisotear con total impunidad, aprovechando la canícula veraniega. Solo Ayuso, ha dado la cara, por lo que es más urgente que nunca que la dirección del PP se recomponga, pues con nacionalistas como Feijóo o Moreno Bonilla nunca podremos descabalgar al felón de Sánchez. Y Vox, que se olvide de una vez de las trastadas que le hace el PP, y se dedique a lo crucial, machacar a Sánchez.