Cartas al director
Una época extraña
Cada día nos despertamos con un nuevo descubrimiento de corrupción como no se ha visto nunca. Todo el Gobierno está implicado en algo, por acción u omisión. Se publican (en la prensa libre claro) con datos e incluso documentos probatorios día si y día también.... pero ¡oh!, la vida sigue. ¿Alguien hace algo al respecto? Pues parece ser que no.
Y mientras tanto, el inquilino monclovita veranea a sus anchas y sin inmutarse en el palacete cuya propiedad (por obsequio de otro Rey) correspondía al exiliado y vilipendiado Rey emérito, cuyo hijo regaló para solaz y placer de cualquiera en el gobierno de turno, palacete que se mantiene vía impuestos por todos los españolitos de a pie.
Mientras tanto, el pueblo vive adocenado por la abulia y el agotamiento, viendo cómo el dinero de su trabajo desaparece con los excesivos precios de la compra, la luz, el gas, el combustible, los impuestos y la falta de soluciones. Cada vez menos derechos y más obligaciones. La sanidad por los suelos, la enseñanza para llorar, la ética no existe, la moralidad desaparecida y así podríamos seguir.
Hemos perdido el sentimiento de lucha que tenían nuestros antepasados y ya no peleamos por nuestros derechos, dejando todo en manos de políticos ineptos e inmorales que sólo defienden su poltrona y su posición.
Ningún partido nos defiende, no se dejen engañar.
Necesitamos a alguien con sentido de Estado que se levante, saque a la población de su abulia y nos convoque a toda España a manifestarnos masivamente y en todas las poblaciones, o seguirán tomándonos por tontos. Y en el fondo, no lo somos.
¿Hay alguien?