Cartas al director
La alternativa del avestruz
Hay muchos ciudadanos, no sé si de forma interesada o no, que ante la situación en qué vivimos los españoles, prefieren la alternativa del avestruz, es decir, esconder la cabeza en un hoyo en la tierra, ignorando la gravedad, y así vivir en una realidad paralela y ser feliz. Esta postura infantil o subvencionada, no sé realmente cuál de las dos, porque también este gobierno de progres mantienen un Ejército de estómagos agradecidos, como los secuaces que apoyan a Maduro en Venezuela.
Me recuerda a una anécdota que mi padre me contó del 36, cuando tenía 11 años y antes del 18 de julio. Había en su calle una señora mayor que se dedicaba a almacenar sacos de comida en su casa y como vivía sola, la gente se reía de ella, y de su presunta locura, pero ella le contestaba, «reírse, reírse, pero vais a pasar mucha hambre». Exactamente, eso ocurrió. Ya no sólo los tres años de guerra, sino la hambruna del 40 al 46, hasta que gracias a Perón, empezaron los españoles de entonces a comer algo más que lo que les suministraban las cartillas de racionamiento. Pero, no hay que ser alarmistas, vivir que son dos días. ¡Hakuna matata!, que es lo que los socialistas y demás aliados de éstos quieren convencernos.