Cartas al director
Rompa con su silencio, por favor
Desde la perspectiva, como siempre, de esa gran mayoría de ciudadanos, con la que me identifico, que es capaz de abstraerse para sacar conclusiones sin la menor influencia política, sinceramente, el silencio misterioso del señor Zapatero resulta mucho más ilustrativo de lo imaginable. Porque tratándose de un observador privilegiado en los últimos comicios a la Presidencia de Venezuela, nos indigna más que sorprende, que aún no conozcamos si se declina por la abrumadora victoria que reivindica la oposición democrática, o por el contrario se posiciona con la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que como era de esperar, ha dictaminado el triunfo incuestionable de Nicolás Maduro.
Señor Zapatero, presidente que fuiste del Gobierno del Reino de España, no puede imaginarse lo que significaría el grato favor de su palabra para millones de venezolanos. Esto no va de ideologías, no es cuestión de izquierdas o derechas, ni de progresistas o conservadores, es un asunto muchísimo más serio. Aquí se está con la publicidad honesta de las actas o con su omisión deshonesta, con la democracia o con la dictadura, con la libertad o con la represión... Usted tiene la gran oportunidad de contribuir a la regeneración de la política inmoral dignificando los derechos humanos, porque en usted está decidir entre recobrar la sonrisa democrática de todo un pueblo, o tristemente, sin saber cuándo, y por muy paradójico que pudiera parecernos, promover en Venezuela una nueva Ley de Memoria Histórica.