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Cartas al director

Nueva cacicada del Gobierno en su batalla contra los no nacidos

En una vuelta de tuerca más en su apuesta desmedida, descontrolada y desconsiderada el gobierno progresista que nos ha tocado vivir por la cultura de la muerte, los medios de comunicación acaban de anunciarnos la pretensión del Ministerio de Sanidad de crear una lista de médicos objetores a la realización de abortos.

No les basta con los datos últimos sobre los abortos realizados en España durante el pasado año, 103.097 interrupciones voluntarias, «homicidios», practicadas en toda nuestra geografía, en lo que supuso un incremento de casi un 5 por ciento respecto a 2022. Una barrera que no se superaba desde el año 2013 en que se alcanzaron los 100.000. Hay que seguir machacando y desmenuzando a indefensos que, latiendo felizmente en el vientre de sus madres, esperan su momento para ver la luz.

La titular del Ministerio de Sanidad, o de la muerte asistida si me lo permiten en determinados casos, la inefable Mónica García, que tantos momentos de gloria nos dejó en su paso por el parlamento autonómico madrileño, aquella que simuló con sus dedos una pistola que apuntaba hacia el Gobierno de Ayuso, no da puntada sin hilo. De convicciones «demócratas» similares a su admirado Nicolás Maduro quiere señalar a aquellos profesionales sanitarios que, en su derecho a la objeción de conciencia, se nieguen a practicar en la sanidad pública las eufemísticamente llamadas «interrupciones voluntarias del embarazo».

Claro algo que es propio de regímenes dictatoriales populistas y también sanguinarios como el aludido y que si Dios no lo remedia tan abocados estamos a adoptarlo como propio en nuestra España querida. Porque así empezó el país hermano cuando sus gobernantes comenzaron a colonizar todos y cada uno de los resortes e instituciones del Estado hasta lograr el control absoluto de los mismos… ¿Les suena de algo?