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Cartas al director

Aztecas

Recientemente, El Debate nos contó que Pérez-Reverte propinó un severo mandoble (dialéctico) a López Obrador y a Sheinbaum.

El hecho fue que el famoso periodista y escritor publicó en su cuenta de la red social X que, tras albergar dudas sobre si el expresidente de México y la actual presidente tenían una u otra de entre cuatro condiciones (ninguna buena), o todas ellas a la vez, finalmente las dudas le quedaron despejadas (se entendió que en el último sentido) tras un comunicado de Sheinbaum, publicado en la misma red el 25/09/2024.

El comunicado respondía al previamente emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, confirmando que nadie del Gobierno español asistiría a su toma de posesión (¡qué acierto, por una vez!).

En el texto que aclaró las dudas de Pérez-Reverte, Sheinbaum justificaba a su predecesor, reproduciendo varios párrafos del escrito que López Obrador remitió en 2019 al Rey de España quien, por la razón que conocemos y la mayoría de españoles compartimos, no respondió.

Pero resulta que Sheinbaum, para redactar su comunicado en X, recurrió a un colaborador iletrado que, al transcribir los párrafos de López Obrador, escribió que éste quería «brindar a las próximas generaciones de ambas orillas del Atlántico, los causes para una convivencia más estrecha, más fluida y más fraternal».

A mí, particularmente, me encanta oír hablar español con acento mejicano, que encuentro muy cálido y especialmente musical, pero escribir causes por cauces me parece demasiado y la Dra. Sheinbaum lo firmó sin despeinarse (o, como suele decir Pérez-Maura, con un par).

Por cierto (y esto ya no es cosa del escribiente de Sheinbaum), la doctora, en su comunicado en X, dice que da «algunos antecedentes de la razón por la cual se invitó solamente al presidente de España», confundiendo la figura del presidente del Gobierno de España con algo que no existe.