Va de credibilidad

El concierto ofrecido por el cantante Víctor Aldama en el auditorio de la Audiencia Nacional no le ha gustado a Sánche, que considera que el tenor ha desafinado. Por contra, en la oposición se aplaude al artista. Ocurre que la opinión de Sánchez, tras toda la sarta de cambios de opinión que lleva en su historia tiene menos credibilidad que la que él le atribuye a Aldama. Y como Sánchez ha dicho lo de la falta de credibilidad esa idea es la que se ha extendido como consigna para que todo el Sanchismo –ministros, portavoces abanderados por Patxi, palmero mayor del Reino , diputados y periodistas de la nómina– la repita en todos los medios y habrá alguno que la cante como romance de ciego por la plaza de los pueblos de esa España vaciada que Begoña, Ribera y el propio Aldama querían rellenar.

Sánchez debiera tener en cuenta que el abogado de Aldama, Clochan, que antes ejerció de magistrado, tiene gran experiencia en Derecho Penal, y es maestro en negociaciones con el fiscal, de manera que lo que haya contado Aldama estará respaldado por algunas pruebas, que es lo que debió apreciar el Juez para concederle la libertad condicional. Y bien debiera saber el todavía presidente que «ningún tonto tira piedras contra su tejado», de manera que aún cuando lo manifestado por Aldama le inculpa, seguro que su colaboración con la Justicia le aminora la pena que en su caso le pudiera corresponder.