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Cartas al director

El presente y el futuro

Si algo bueno tiene la vida cuando envejeces es que agudizas el sentido del placer, de donde estas y donde has estado y a dónde quieres llegar. Hay momentos que estando en el presente, sientes que te sitúas a la vez en el pasado y en el futuro.

Yo tengo esa cosa en torno al recuerdo que hace que no me quede en la nostalgia. Soy del presente activo y sin quererlo me transporto al futuro. Escribo como un hombre de campo, pero soy un superviviente en el asfalto. Para mi generación la existencia de Dios casi era Biblia y la capacidad de elegir entre el bien y el mal una religión. Y entre la verdad y la mentira un mundo de distancia. Con el amor nos ha pasado igual era la felicidad del futuro cuando nos enamorábamos nos sentíamos vivos y la vida cobraba sentido, hoy no tiene futuro, está acompañado de estados turbios carentes de sentimientos profundos. Se vive con angustia, desconfianza y relámpagos de felicidad corporal. No hay felicidad sin amor.